El ojo seco se produce cuando el ojo no produce lágrimas adecuadamente, o cuando las lágrimas no son de la debida consistencia y se evapora demasiado rápido.

Además, la inflamación de la superficie del ojo puede ocurrir junto con el ojo seco. Si no se trata, esta afección puede causar dolor, úlceras o cicatrices en la córnea, y una cierta pérdida de visión. Sin embargo, la pérdida permanente de la visión del ojo seco es poco común.

El ojo seco puede hacer que sea más difícil de realizar algunas actividades, tales como el uso de un ordenador o la lectura de un período prolongado de tiempo, y puede disminuir la tolerancia para los ambientes secos, tales como el aire dentro de un avión.

Otros nombres para el ojo seco incluyen el síndrome de ojo seco, queratoconjuntivitis seca (KCS), el síndrome disfuncional lagrimal, queratoconjuntivitis lagrimal, la deficiencia de evaporación lagrimal, la deficiencia de lágrima acuosa, y el LASIK inducida epiteliopatía neurotrófico (LNE).